Ella es economista de un rojo marrón
de clases de otoño
yo psicoanalista, algo exorcista
de bancos sin robos.
ella es mi dentista, mi poeta maldita
yo realista y pesimista, un poco.
Ella es el jurado, abogada y juez
de este decadente
yo suprimo lealtad con fe
con las causas pendientes.
ella es mi negro café
mi mesa de noche
la veo 3 veces por semana y no hay reproches.
La mucama del hotel Mi Casa
me da una propina
me dice: Miguel, por 50 en efectivo hacemos lo que usted dirija
La dejé en el pasillo, con el bolsillo vacío
le dije: no soy carnicero, mi querida mucama,
de clases de otoño
yo psicoanalista, algo exorcista
de bancos sin robos.
ella es mi dentista, mi poeta maldita
yo realista y pesimista, un poco.
Ella es el jurado, abogada y juez
de este decadente
yo suprimo lealtad con fe
con las causas pendientes.
ella es mi negro café
mi mesa de noche
la veo 3 veces por semana y no hay reproches.
La mucama del hotel Mi Casa
me da una propina
me dice: Miguel, por 50 en efectivo hacemos lo que usted dirija
La dejé en el pasillo, con el bolsillo vacío
le dije: no soy carnicero, mi querida mucama,
y tengo una mujer en el corazón.
La veo en el bus, se sienta en frente, le toco el pelo
le digo sin voz: economista de rojo marrón, se le esta soltando el moño
le sujeto de prisa
cual gato en cornisa
le dejo una carta vacía firmada por el corazón.
Ella es deportista, prefiere la fiebre los domingos en el Capwell
yo bajo al ruedo del gramado sin freno y pasado entrañable
no tenemos nada, casi nada en común
salvo esa canción de Arjona
esa noche en red&blue.
Ella es de terciopelo con las ganas perdidas en algún lugar
yo le digo: princesa, se escribe todos los días la dignidad.
no se pierde con cualquiera
no se va en un laurel
yo la escribo a cada segundo cuando la pienso a usted.
Ella me sonríe, hace el intento de hacerme feliz
yo le toco los labios, le doy un girasol de rojo carmín
ella se le esconde a tanta nostalgia
yo la veo dormir, le suelto el pelo y le acaricio el cuerpo cada madrugada.
Ella no lo sabe, hemos tocado la luna más de cien veces
yo lo publico en el cafetin de la esquina
mirando el presente
ella es cafeína, es mi tinta china
mi vida, mi sol, mi hija, mi madre perdida.
Ella es economista de un rojo marrón
de clases de otoño
yo psicoanalista, algo exorcista
de bancos sin robos.
ella es mi lectora, pronto dará otra vuelta al sol
La veo en el bus, se sienta en frente, le toco el pelo
le digo sin voz: economista de rojo marrón, se le esta soltando el moño
le sujeto de prisa
cual gato en cornisa
le dejo una carta vacía firmada por el corazón.
Ella es deportista, prefiere la fiebre los domingos en el Capwell
yo bajo al ruedo del gramado sin freno y pasado entrañable
no tenemos nada, casi nada en común
salvo esa canción de Arjona
esa noche en red&blue.
Ella es de terciopelo con las ganas perdidas en algún lugar
yo le digo: princesa, se escribe todos los días la dignidad.
no se pierde con cualquiera
no se va en un laurel
yo la escribo a cada segundo cuando la pienso a usted.
Ella me sonríe, hace el intento de hacerme feliz
yo le toco los labios, le doy un girasol de rojo carmín
ella se le esconde a tanta nostalgia
yo la veo dormir, le suelto el pelo y le acaricio el cuerpo cada madrugada.
Ella no lo sabe, hemos tocado la luna más de cien veces
yo lo publico en el cafetin de la esquina
mirando el presente
ella es cafeína, es mi tinta china
mi vida, mi sol, mi hija, mi madre perdida.
Ella es economista de un rojo marrón
de clases de otoño
yo psicoanalista, algo exorcista
de bancos sin robos.
ella es mi lectora, pronto dará otra vuelta al sol
yo le veo de frente, le digo: princesa, se le soltó del pelo el sujetador.
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