jueves, 8 de noviembre de 2012

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA FILOSÓFICA "EL TRAPECISTA"

La búsqueda del ser interior mediante travesías externas, y el desarrollo de filosofía existencialista. 

Sinopsis: Joaquín Rubalcaba, un prospecto de escritor guayaquileño en el año de 1964, discípulo de "El padrino del boom latinoamericano" Juan Carlos Onetti, desarrolla una angustia existencial al no poder publicar su obra. Empieza así la búsqueda de respuestas mediante una travesía en ciudades europeas: Bruselas, Kiev, París; donde conoce mujeres, bares, museos, y estrecha amistad con autores de la époc
a como Jack Kerouac, Julio Cortázar y Robert Zimmerman. Al llegar a la ataraxia, el novelista planea un asalto bancario en París junto con su amante italiana Nicoleta Cascone.

Los capítulos desordenados, rememorando a Rayuela, recuerdan lo que según Valéry era el orden: un desorden dominado. Nunca he concebido a la literatura y al arte en general como creación simplemente, sino como vivencia completa del artista, no se puede perseguir a un león dormido como un Vargas Llosa buscando un Nobel.

Me acompañarán amigos y colegas del mundo literario y filosófico. Compartiremos una copa de vino y charlaremos sobre contracultura de los añorados años 60s.



Museo Presley Norton (9 de Octubre y Carchi, esquina)


Jueves, 15 de noviembre de 2012.

19h00

martes, 24 de julio de 2012

Carta abierta a Juan Manuel Zuluaga, editor de Revista Cronopio.


Carta abierta a Juan Manuel Zuluaga, editor de Revista Cronopio.
Desde Guayaquil, hasta Medellín (o donde quiera que estés)

¿Hace cuánto empezamos esto, Manu? Creo que ya hace un año largo, tú no me conocías ni creo que te afectaba tanto aquella circunstancia. No recuerdo bien cómo derrapé en Cronopio, quizá buscando algún escape formal y no tan doloroso en alguna revista cultural, como quien busca la cerradura cuando se ha marchado la luz o despierta de madrugada por un vaso de vino y no sabe dónde está el interruptor (ni el vino, sucede en los hoteles de paso).
He venido colaborando con ustedes, Grandísimos Cronopios, sin pretender remuneración alguna ni nada que se le parezca, ni fama ni demás. Sólo la convicción enorme de que en algo aportamos para el continente. Tantas veces, no sabes cuántas, recibí comentarios afectuosos, gente de otros lados, otros países, diciéndome que tal o cual cosa sobre mis poemas, que tal le recordaba a alguien, a un ser perdido, algún amor que se fue. No sé si recordarás aquel Cirque du soleil que publicamos allá por abril, pues bien, ocho meses después recibí un telegrama (qué lindo suena, pero no, fue correo electrónico) de Rafael Arencón, un tipo radicado cerca de Barcelona, comentándome que conocía a la familia de los hermanos Tonetti y que le haría llegar aquel poema a sus viudas. Imaginarás cuánta alegría, justo cuando atravesaba y atravieso una etapa burda y cursi de depresión epistolar y crisis creativa.
Esto lo vengo escribiendo desde hace tantos meses, mirando por la ventana, encendiendo un cigarrillo, saliendo a caminar; estoy atravesando quizá la etapa más dolorosa de un escritor, carajo. No es fácil, no ahora, escribir cada domingo un beso en la ventana, no me es fácil, no tengo a quien escribir, por quién hacerlo, más allá de los lectores anónimos que seguro tenemos, pero no es suficiente si no regresa la pelotita. No sé si comprendas mi lenguaje, sé que padezco de mala expresión.  Quiero agradecerte un montón, estimado Manu, a vos y a Alzate, tu escudero; agradecerles a todos por aguantar la notoria labor de ubicarme cada semana, como quien recluta a un soldado en el fondo de la ciudad. Ustedes, sin saberlo, me obligaron a descubrirme y ver qué más podía dar. Por eso y más, gracias.
Pero aquí me bajo, hermano Manuel. No doy más, el vino se acaba y la inspiración también. Me llevo los besos volados de las lectoras, los lloriqueos de alguna, el abrazo del lector y de todos ustedes. Me voy de vacaciones a Isla Negra donde pueda leerme otra vez y empezar de nuevo, y cuando suceda, siendo yo mejor, iré con ustedes otra vez, a navegar por el continente, por nuestra América.

Un abrazo a vos, a tu mujer, a tu hijo. Nos veremos algún día en alguna feria de libro.
P.D.: Que éste sea mi último poema, Manu, publícalo.

Miguel Alavalcívar

domingo, 27 de mayo de 2012

Tener derechos e izquierdos

Tengo derecho a decir que no eres para mí
A remendar las cicatrices del acné,
A los besos que se desinflan en el aire porque sí,
A decir, después de ti, que no eres para mí.

A nombrar a tu santa madre si discutimos,
A perfilar un hasta nunca por debajo de la puerta,
A ser el otro, hacerme exquisito,
Decir, después de ti, que no eres para mí.

Tengo izquierdos que laten y bombean sangre,
El mismo sitio en la cabeza a la hora de votar,
A sentir como el idiota que soy por vuestra parte,
Que no eres la musa que quise enjaular.

Tengo derecho a beberme el despecho,
El destierro de cama, la llama con frío,
El abrigo de la tarde que no sirve de nada,
La puta de la esquina que besa más lindo.

Tengo izquierdos que miran por el retrovisor,
Que enervan el champagne y la madrugada,
Las tildes y las comas de la menstruación,
Que escondieron las llaves de tu espalda.

Tengo derecho a decirte putita, malvada, infeliz,
Perrita que suda, ama de alhajas, infame, ruin.
A renegar de las tardes de verano que no quisiste conmigo,
Como el esparadrapo que negaste usar para ocultar tu cicatriz.

viernes, 23 de marzo de 2012

De vuelta al agujero (A cuatro manos con Abel Ochoa)

Lado izquierdo: Abel
Lado derecho: Caín


Las lunas se sumergen en los charcos
Con su emboscada a fútiles mortales,
Entre sus mantos yacen los puñales
Que surcan el naufragio de los barcos.

Con cortinas que atrapan a los gatos
Como tangas para mesalinas semanales
Los besos perdidos en la calle
Que hacen fila debajo de los autos.

Pliegan sus redes a un amanecer
Gastado, circunloquios de alquiler
Se escabullen de vuelta al agujero.

Como si bastara por las noches con querer
Pegando cromos en el Kafka de los sueños
Diría, una de tantas, que te quiero
Mojando la espalda cuando se me riega el café.

Como tender mis puentes a tu piel
Sin cruzar el umbral de tu ventana,
Traficando limosnas en la aduana
Que refuerzan mi torre de Babel.

Tengo por mascota un ratón en la cocina
Una estufa con frío, una mesa camilla
Las llaves del balcón de Julieta me sirven de navaja en los bares
Como queriendo que pase el insomnio sin pastillas.

Me desplomo en los ecos de tus besos
(Metidos en mis sueños; en mis huesos)
Hilando versos huecos de trovero.

Con mi vino blanco que seca el despecho
Mojando la tiza que trazaba la cama
La crisis existencial de la flor plástica en el ropero
La boca sin sello postal escribiéndote un besograma.

lunes, 12 de marzo de 2012

Day and Ana

Amanece Quito en su cama,
Rubio con sordina el corazón.
Camino de hormigas por la espalda,
Una ofensa que la abrace el edredón.
Se siente ofendida por la nicotina,
Musa alquilada de televisión,
La besan todos y nadie la atina,
Papeles amarillos le hacen de colchón.
Dulce de leche, poesía en la alcancía,
Pestañas postizas, falda de tablón,
Artista de piel, manos sin caricias,
Fría oficina, salida al callejón.
Estación de metro, el cielo en sus muslos,
Macchiato al medio día,
Manzana al desayuno.
Ma belle, ma belle, ma belle,
Si te españolizaras Diana, serías mi Lady Di,
Ma belle, ma belle, ma belle,
La vida es una verdad que viene de mentir.
Se hizo de noche en su cintura,
Y un lunar la delató,
Se desnudó de luna,
Y en la madrugada, on the road, me encontró.
El calendario Brahma lo puse en la cocina,
Para ver la mentira de las cámaras Nikon.
Ese bomboncito vale más que una cerveza, me dije,
Y por una cerveza mato yo.

domingo, 19 de febrero de 2012

Las libertades

De saldo y prepago,
De vinagre y de sal,
De taberna y salario,
De trote y cansancio,
De David y Goliat.
De lloriqueos y antojos,
De fantoche y anteayer,
De despecho y alboroto,
De rímel, sangre y somier.
De cama y de calle,
De iglesia y estadio,
De cada detalle,
De estrella que estalle,
De puerta, chapa y armario.
De adornos de mesa,
De esquina y de bares,
De bocas de frambuesa,
De huidas a otros lugares.
De conejitas de Playboy,
De casas de citas y veredas,
De escuelas a las que nunca voy,
De poesía mal hecha.
De Palermo y La Habana,
De Miami y San Juan,
De techo y de cama,
De Madrid con resaca,
De viñera en Tucumán.
De escritorios y moretones,
De machismo y de soborno,
De moteles y consortes,
De reyes, peones y trasbordo.
De gabinetes de gobierno,
De gabinetes de televisión,
De infelices que mintiendo
Dejan más de una canción.
De preguntas sin respuestas,
De puritanas con liguero,
De avenidas cuando el sol se acuesta,
De respuestas para las encuestas,
De propiedades sin dueños.
De noche y etiqueta,
De cocteles y entrevistas,
De hilo fucsia y pan de cada día,
De noche que se acuesta,
De frías oficinas.

domingo, 12 de febrero de 2012

Café Gijón

Como en el Café Gijón
A tiro y en ninguna parte,
Nostalgia es revisarse el corazón
Como a la billetera.
Me hacías con la mano
Como queriendo encontrarme,
Plantando un beso despechado
Que cada noche antes de dormir despido en la cajuela.
La toalla en el pelo y las piernas con crema
Alfajores que juegan las cartas sin pestañear,
Como un gato sin paracaídas al filo de la cornisa
Abriendo un libro de Gabriela Alemán.
Ten cuidado de los perros que se niegan a ladrar,
De los diarios que suelen imprimirse un día después,
De los marineros que miran la luna por detrás,
De quien dice que hubo mejor que el culé.
Te quitas la ropa con el pompón repleto de dudas,
De si casado o cocainómano, de si austero o infeliz,
De la vida colgada como mar sin espuma,
De los ratos muy cortos sin tu pedigrí.
Y si de pronto movemos los dados,
O te da por regresar y abrir mi persiana,
Y con humo de taxi me sueltas la mano,
Quemándome el pasaporte con fosforera anestesiada.

lunes, 30 de enero de 2012

Aquí conmigo

Soy un tren con bragueta
Aparcado en tu puerta sin ganas de silbar,
Soy tan sucio como cualquiera
Pero con poesía entre tus piernas apunto de besar.

Y sin embargo, abres la ventana
De los arañazos que no te dejan dormir,
Como si fuera encargo tan virgen puritana
Que escribe su nombre en el viento
Como un colibrí.

Estoy tan harto de esperarte
Con Dylan y cabernet acaba éste semáforo de domingo,
Tan casto como antes
En camas de otras amantes
Que no toco el sol como contigo.

Y por qué, dime darlin por qué
Las botellas de vino siempre vienen de verde,
Por qué, dime darlin por qué,
Un suspiro mío nunca es así de breve,
Como tendría que ser, como tendrías que estar
Aquí conmigo.

El asaltante que sube por tu pecho,
Un cubo de hielo en tu pezón derecho
Apuntando al corazón para que vuelva a bailar,
Amor a primera vista, qué jodido está el ciego
Sin su pedazo de cielo,
Como tendría que ser, como tendrías que estar
Aquí conmigo.

domingo, 22 de enero de 2012

Sin título sabe mejor

En buscarte como alhaja en la billetera,
Una luna sin freno en el hospital,
Pluma sucia como cualquiera,
Por fuera la piel es un cristal.
No me busques un acilo tan pronto,
Que no me da por dejar de fumar,
Firmemos la renuncia al matrimonio,
Y vámonos de crucero a ultramar.
Sin papeles como pasaporte sin dueño,
Van dos besos abrazados al paredón,
Yo no sé si tocarte con mi anzuelo,
Que se cae el cielo en el medio día del corazón.
Perla de rima en los ojos, receta para ver llover,
Guapa y por los otros se deja mentir sin creer.
En ponerte un taxi al cielo,
Una alondra que te venga a buscar,
Subir desde el filo a la copa con hielo,
En dar la cara con un antifaz.
En amarte tan de pronto, en esconder al joker,
En rimarte con los poros, en quitarte el tutú.
Cambiar de acera si te veo,
Romper un sueño en la pared,
Apostarle las venas al desvelo,
Mover un duelo antes de.
En buscarte en los diccionarios,
En el frac de Vargas Llosa,
No encontrarme en los urinarios,
Viendo la persiana cerrada por otras.

domingo, 15 de enero de 2012

Lo que mira el espejo

Una ducha de domingo, el ex marido de Julieta,
Un disparo divino, una bala que se fue,
El intento de suspiro sin rabo entre las piernas,
Cárdigan del olvido, cometa en tu piel.
Pelusa en el bolsillo, vasco adicto al café,
Hemingway en el Mar Muerto, fósforo de noche,
Estufa en el asilo, mañana de anteayer,
Francotirador a sueldo, amante de consorte.
Servilleta con manchas de ceniza y carmín,
Tilde sin íes, Batistuta sin gol,
Escopeta anclada en la nuca de la poesía feliz,
Cenicero de Esfinge, ruleta del corazón.
Paraguas olvidado en la estación,
Colilla al borde de la fragata,
Cuerda para un bandoneón,
Poeta suelto para gatas.
Viudo de Janis Joplin, columnista para SoHo,
Mentiroso tan dócil con la boca en los ojos,
Crisis de ego, estudiante de oficina,
Poeta a sueldo por los pasillos de tu vagina.
Vitrina sin pasteles, aprendiz de Dylan,
Revolver que suena sólo cuando hay despecho,
Cash me robó el look, fusilado por balas de saliva,
La poesía es la antipoesía, lo que mira el espejo.

domingo, 8 de enero de 2012

Qué sé yo

Y qué si los sueños sueñan con la realidad
Si detrás de una ventana está el trampolín a tu boca,
Si hay algún cáncer por dejar de fumar,
Si en el cielo hace tanto frío por no poder quitarte la ropa.

Hay un circo de besos debajo de la almohada,
Un diccionario bastardo que no sabe qué decir,
Que las alondras regresan cada verano a tu espalda
Besándote las pecas que antes dejó un colibrí.

Y qué si es de noche y hay tanto miedo
Por no saber si despegar o no de esta alcancía,
Por antonomasia sé cuánto ruido trae el silencio
Cuando el amor entero es sólo carnicería.

Y qué si hay condones para el corazón,
Si Janis Joplin toma el sol en Aruba,
Dibujando en la arena un ¡púdranse, hijos de puta!
Si son los ojos los daltónicos y no el camaleón.

Y qué si el whisky sea el agua bendita
Que los libros no dicen la verdad,
Que cada martes un poeta se enamora de Silvia Buendía,
Con la apostasía como ventana por besar.

Y qué si Asperger estaba equivocado
Cuando me pintó el diagnóstico en la receta,
No te arrimes a un corazón que no dé sombra,
Que de algo sirven los pecados.
Que Dallyana en SoHo es un farolito alumbrando con alma de vendetta.

domingo, 1 de enero de 2012

Al final de la noche

La madrugada sin un sello en la boca,
Las bombas que destripan los coches,
La soledad como amante con ropa,
Siempre llegan al final de la noche.

La jaqueca con sus píldoras de excedrín,
La coca de septiembre que me desconoce,
Las mujeres de las que nunca me arrepentí,
Siempre llegan al final de la noche.

El vacío de cama y Manuela desnuda con frío,
El Merlot dulce sin su afán de descorche,
La mueca mentirosa para no olvidarme que rio,
Siempre llegan al final de la noche.

La ceniza que me dibuja en la espalda,
Las minas que no me conocen,
El tinte de pelo para taparme las canas,
Siempre llegan al final de la noche.

Las lectoras que me hacen el favor,
Los veintitrés que saben tan cuarentones,
El Titanic que se ahoga en tu corazón,
Siempre llegan al final de la noche.

Y cuando entra la madrugada
Hasta el yo más miserable quiere ser aceptado,
Porque nada lindo tiene el llegar a casa
Y sentir sólo un beso inventado.

Y cuando entra la madrugada
Hasta la luna finita me da la espalda,
Prefiere estar sola que mal acompañada,
Dice, la muy puta, cerrando una puerta sin chapa.

El recuerdo de la novia que nunca me duró,
El oro que nunca conoció a su broche,
Las mentiras que inventé por sentirme Miró,
Siempre llegan al final de la noche.

Las manos tan solas en los bolsillos,
El suéter negro del fantoche,
Y éste matador más solo que vivo,
Siempre llegan al final de la noche.

Ya no estoy para escaleras a ningún balcón,
Y las golondrinas cuentan que el exilio es de hombres,
Irme a la esquina con otra que no tenga corazón,
Que nunca llega al final de la noche.