Entrevista con Andrea Rivadeneira

"En un derroche de frialdad y con algo de efecto del whisky que compartimos, Miguel Alavalcivar nos abre las famosas puertas de las que tanto nos habla, en un bar de la ciudad en una hora poco común, a plena luz del día.

-Miguel, ¿Qué sientes ahora que ya tienes El Mundo en tus manos?
Como te va Andrea, bueno, que te puedo decir, esperé años por este momento, pero no fue lo que soñaba, rarezas de la vida.
-¿Cómo lo soñabas?
Ehh.. bueno, con algo de sutileza, algo de realidades involucradas y anexas al sueño, pero nada de eso paso.
-¿Alguna decepción acaso?
Puede ser.. puede ser.
-¿Qué planeas ahora?
¿Tengo cara de planear?
-Puede ser, tienes una mirada muy conflictiva, como así algo andaría mal, eres como ese hombre desaliñado que ninguna madre quisiera para su hija, ¿Qué piensas de eso?
No tengo nada que decir al respecto, me quieren y me odian por ser muy noble, y no puedo hacer nada para cambiarlo.
Ahora las hojas tienen un tono gris luego de haber sido blancas y de brillar con luces propias, la historia que en realidad nace en la famosa y anticipada página 29, resuelve muy poco y muere en la 63, como no hubiese querido, y eso duele en el fondo, por las personas involucradas dentro de ese contexto, duele demasiado.
-¿Qué harás ahora, es cierto eso de que te vas?
Es una posibilidad, necesito entrar en una etapa de tranquilidad, no es que lo vivido ahora me tenga mal o algo por el estilo, pero esto es como la moraleja de la mariposa, de quedarse sentado a esperar que se pose sobre tu hombro, para ver si así y de una buena vez te quedas quieto y dejas de buscar.
-¿Has buscado demasiado?
Demasiado, esa es la palabra.
-¿Cuándo tendremos el lanzamiento?
No lo sé, quedo archivado.
-¿Por qué?
Porque a las cosas como a los corazones hay que dejarlos volar, y estoy pasando por días tristes.
-¿Alguna mujer acaso?¿Quién es tu musa?
Una mujer muy.. intensa, incomprendida, hermosa, normal, tiene muchas cosas, que si te las cuento me tardarè horas, y creo que no tienes mucho tiempo para eso.
-¿Qué porcentaje hay de que te quedes, ahora que has logrado muchas cosas?
Que de la imprenta salgan 100 libros no es lograr muchas cosas, y del 1 al 10..9 de que me vaya.
-¿Cuándo vuelves?
No lo sé.
-Pero ¿Qué harás allá?
Estar tranquilo.
-¿Siempre eres así de misterioso?
A veces.
-¿Volverás a tocar en los vagones de tren?
Me encantaría, tengo un par de canciones que quisiera cantarlas frente a tantos desconocidos en medio del frío, a ver si me caliento un poco.
-Escuché dos de tus canciones, y la letra me pareció espectacular, se llaman "Nieve en Guayaquil" y "Aviones Comerciales", ¿Las cantarás?
Nieve en Guayaquil sería la primera, y la cantaría con rabia, para que viaje miles de kilómetros y alguien acá la escuche, y Aviones.. mm cerraría con aviones, es una canción para cerrar un repertorio.
-¿Eres un tipo que planea su vida?¿Piensas en ser padre y formar una familia?
Creeme que nunca lo había planeado, ni quería que suceda, porque no soy así tan familiar, tan de casa, pero una mujer me tocó el corazón, y por ella haría todo, hasta cambiar mi futuro, iría al altar sin pensarlo dos veces, tendría hijos, y me gustaría que la primera sea un niña hermosa, con mis ojos y la sonrisa de ella.

Miguel Alavalcivar, Moscardón incomprendido, atacando en vuelo, y quizás por eso no tiene recetas ni medias tintas, quizás por eso él mismo dice "me equivoco tanto".
Nos dejará esperando, nos dejará con las puertas abiertas, y cerrará las ventanas de su mundo tan conflictivo y lleno de sueños que muchas veces se hacen pedazos.
Su forma de ser y por cómo lo vimos en esta entrevista, nos da la idea de que algo anda mal, es un novato en esto, pero tiene cierta exquisitez con los medios, y al tratarlo pareciera que sea un famoso con experiencia, muy desaliñado y soñador, noble incansable, capaz de cambiarse a si mismo por otros, o en este caso, y como lo percibimos.. otra."



No toqué ni una coma.