El escritor es un lector endemoniado, con una configuración de contrastes, de blancos y negros que no pueden continuar siéndolos a menos de alguna sopeteada capaz de confundirse entre dos o tres cosas.No se puede ser uno sino le caen los fierros encima, ahora resulta que el tipo es un copión, que la portada fue copia de la gira “El Regreso del más grande” de Charly García, aunque nadie nos crea que la portada fue hecha 2 semanas antes de tan si quiera saber que el cincuentón en rehab venia a un recital por estos rumbos y a darnos un concert único.
Resulta que el muchacho es un Bob Dylan criollo, o un Arjona barato, porque aparece con un café muy negro y no le falta un cigar entre los dientes.
Resulta que “El mundo..” es demasiado soñador, crudo, fuerte, necio, y no encontrará “mercado” donde entrar, como que si el escritor dijera “hagamos un estudio de mercado para analizar el target y ver a donde apuntamos los fusiles.”
Resulta que Miguel esta en las nubes, eso cuenta el mundo, pero el mundo esta contado, precisamente, al revés.
Los dejo con la opinión de una mujer de 30 años que leyó la novela del millón de dólares.
Miguel.
“Desde mi punto de vista, normalmente lo que un escritor bueno hace es transportar a las personas o hacer que el lector sienta lo que él escribe o se vea representado en eso, a mi me gusta mucho Paulo Coelho, leo sus libros, o García Márquez, y lo que me gusta es que te hacen soñar, te transportan, te hacen vivir la historia, y eso me pasó cuando leí lo que tú escribías. A mi parecer lo que escribes es increíble, es un surrealismo, que te hace esperar y anhelar el saber que pasará mañana; realmente pensé que quien escribía esas palabras era alguien muy experimentado al que la vida a golpeado mucho pero a la vez él se burla de ella y saca el lado positivo de cada situación o de cada tragedia, habrá quienes no opinen igual, pero si así sucede es porque no lo han leído o no son verdaderos lectores.”
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