domingo, 11 de septiembre de 2011

Nubes de alquitrán


Nubes de alquitrán
Day y yo somos amantes sobre papeles,
Day y yo huimos de ningún lugar.
Day y yo, dos tiras de sorbetes,
Day y yo, cubos de hielo que no saben sumar.

Day y yo besamos los espejos,
Day y yo calcamos la pared.
Day y yo, todo menos menos,
Day y yo, versos sin querer.

Se peinaba el corazón, la muy coqueta
Con una bincha de Madeimoselle Ámsterdam.
Piel con parques sin resbaladeras,
Suben y bajan sus ganas de besar.

Nieve en el baño con camas dolientes,
Oficinas obesas con tronchas de tevé,
Espaldas sabor a menta en el bolsillo,
Te quiero por si las dudas, como ganas de toser.

Day y yo mordimos el anzuelo,
De los días mal paridos, como clavos en suicidio.
De las almohadas como puertos,
De las caricias al sexo sentido, descensores al cielo prohibido.

Day y yo sabemos que somos nada,
Day y yo jugamos al gato y al ratón.
Day y yo hacemos el amor siempre al alba,
Cuando en ciudades distintas escribimos al borde del colchón.

Este vasco, sola y llorando la encontró,
Como sudan las botellas de Ginebra,
Secaba con sus besos el sudor,
Del zeppelin de amor entre sus piernas.

Con su bolso en la cama,
La agenda de la mañana para no desvariar.
Planeamos el encuentro,
Con daños a terceros, de las nubes de alquitrán.





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