miércoles, 9 de febrero de 2011

Los hijos, las guerras y la poesía

Cuando una mujer deja su delantal en tu cocina
O tu tarde en el zaguán
No hay circo con lágrimas de risa
Ni menguante que pueda aguantar

Cuando una mujer se enamora
Dios sale de madrugada
Buscando en el último autobús de la noche
Lo que no encontró Lucifer en su almohada.

Si ves que toma una ducha en tu ducha
Y destierra los espantos del calendario
Si encuentras su mensual sucursal que tanto abruma
Paga fianza el juez del acusado.

Nadie sale vivo del shopping
Ni del café en montparnasse
Pone cobijas en la tumba y te invita a un té
De esos que murmuras un nunca te acabes.

Cuando se enamora la jermu con soltura
De los exiliados y de las juanas de arco
Rompe la canción, torpe soltura
El amarre sirve para un carajo.

Debajo de la mesa acaricia tu rodilla
Y en su vagina sale el sol
Detrás en tu espalda se queda la angustia del salario genocida
De la venta del corazón.

Y se enamora la puritana con ansias de carne
Y vosotros, grandes imbéciles jugando por un par de ases
Vendiendo lo que el viento se llevó un tarde
Dejando un feto en el basural
Algo comúnmente llamado arte.

Deja su maleta olvidada en un aeropuerto
Y le late en el pecho un corazón
No lo entiendes, normal entender.
A todos nos dejaron alguna vez el corazón envuelto en flecos
Y el perro que llevamos dentro babea por muslos, tetas, y piel.

Sólo un chofer de tráiler se enamoraría por un par de curvas
Ya nadie le apuesta al azar
Es simple: desabrochas tu camisa, afuera el cinturón, quince minutos y eyaculas
Bostezo de hombre como atentado en el gobierno de Aznar.

Ya nadie las entiende, o las suben al cielo como deidad.
Y la señora en tu casa acomoda hasta los muebles.
Y el insípido huye con tanta frialdad.

Y no estoy para cursilerías, perdonen la franqueza.
No puedo hablarle teniendo a Lorca en la lengua
Con los bolsillos rotos de tanta cobardía
Amor en romería, no llegará a febrero con tanta simpleza.

Cuando una mujer se enamora
Bajas al ruedo, macho anarquista,
Sin darte cuenta te baja los pantalones
Desenvaina su bandera, y vienen los hijos, las guerras, y la poesía.

Cosa muy habitual.


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