sábado, 26 de febrero de 2011

Caro

Caro
Escote de poesía y tragedia doblada en servilletas
Que ruegan en la cocina no ser pan para las vendettas
El pelo más negro que mi destino
La piel mas sex-appeal que el mismísimo vino.

La boca más boca de mares que de vientos
Oxigeno vivo y letal para el corazón
Trampa contra el contrabando de los inciensos
Por eso y más a Caro le debo una canción.

Mi receta sin doctor para fumar menos
Mi papel amarillo y no es porque sea también del Barce
Mi perdón por haber sentido tanto rencor
Mi boleto guardado para salir de Montparnasse.

Dejó su reloj en el pasado y en la torre de marfil
Donde los coyotes dejan los tesoros de Nerón
Es mi amante soñada, en Tel Aviv, Camberra y Dublín


Es mi calle desnuda en la autopista del corazón.

A los treinta querré verla despertando conmigo
A los veinte la soñaba con whisky en las rocas
La veía de pasadita y pensé qué ilusión por estrago de las copas
La vi cien veces en el espejo de los caídos.

Virgo y gitana, dulce dulcinea
Pan para mayo, tabaco para el frio
La muerte contra las cuerdas
Cuando a la librería entramos, supe que es la mujer que mi corazón quiso.

La boca más boca de mares que de vientos
Oxigeno vivo y letal para el corazón
Trampa contra el contrabando de los inciensos
Por eso y más a Caro le debo una canción.

Chocolate Martini, towering cookie, y su jean dibujándome una caricia
Un baileys irish coffee, un duerme que la vida vuelve a tu valija
Un secreto bien guardado en su escote
Un no me olvides, un mil perdones, un tranvía.

Algunas mujeres vuelven en los besos que nunca fueron
Algunas, como Caro, quieren hasta cuando no quisieron
Algunas de Gioconda se enamoran de quijotes
Algunas, como Caro, son huracán de cañaverales en papeles con tildes y bordes.


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