domingo, 31 de julio de 2011

LA NOTA QUE LA PRENSA ESCRITA NUNCA PUBLICÓ EN QUITO. MARZO 2011

Aquí lo comentado, me reservo el nombre del medio y de la periodista, ya no vienen al caso. A continuación las respuestas sin preguntas:


-Seguramente ya habían escuchado la expresión de “el mundo, contado al revés”, pero lo que usted tuvo fue un deja vu, yo nunca la había escuchado y el título de la novela lo descubrí después de beber whisky con mi padre y un amigo suyo que es profesor de filosofía. El término radica en contar algo desde el final, es decir, contar desde la muerte hasta el nacimiento, aunque el desenlace tiene un toque de muerte, pero no quiero hablar mal de quien lo escribió, porque el verdadero autor sigue allí adentro escribiendo, y como dijo Onetti: “no es elegante hablar de los colegas.” 

-No me considero ni poeta ni escritor, aun no, sólo cuento cosas, doy el primer paso, el resto es del lector, yo no vine a recitar diccionarios ni a mencionar a García Lorca, ni a salir en la foto de ministerios o secretarías de cultura; mi posición cultural y política es permanecer al margen, quizás después me involucre, pero por ahora sólo miro de lejos las cosas, eso si, atento siempre, y cuestionando todo lo que pase, para eso estamos los intelectuales, ¿no? -¿Influencias? Muchas, el libro que marcó mi vida fue El hombre mediocre de José Ingenieros, si, ese era el apellido de aquel filósofo argentino de los años veinte, no escuchó usted mal; y bueno, aquel libro lo leí a los quince años, me cambió la vida, me mostró que los ideales sirven, y de hecho aun lo practico. Es mi biblia, además de otras cosas.

-Presentar mi libro en otros lugares es divertido, en Quito por ejemplo, me fue bien, veinte personas en un auditorio no esta mal, tomando en cuenta de que allá nadie me conoce. Perdone, señorita ─nombre de periodista que fume enfrente suyo y que beba tanto café, pero me ponen tenso las entrevistas. 

-Dicen que tengo un estilo marcado, no lo sé, en todo caso, lo que funciona es la admiración hacia el entorno, yo soy un tipo extremadamente enamoradizo ante el teatro, la poesía, cosas así. Releí mi libro una vez, y lo guardé en el fondo de mi biblioteca porque me dejó una semana sin escribir; la novela es buena, pero sólo fue una muestra de una parte mía, la parte del cursi. Me gusta más Prozac, el libro que publicaré este año. 

-La cultura ecuatoriana debe dar un giro, en todo sentido, mire usted, desde la música hasta la pintura, mientras René Pérez Joglar da un mensaje de despertar, aquí nos conformamos con Fausto Miño y Betancourt, sin desmerecer sus esfuerzos, pero ¡por amor de dios! Digamos algo, seamos protagonistas de algo, cuestionemos algo, no seamos rebaño de empresas, salgamos en el mapa. Ecuador es un país tímido, con aficiones por cosas caducas y consumista al extremo. Mire usted, aquí un par de tetas brasileras y un bailando por un sueño tienen mas protagonismo que cualquier otra cosa. 

-Las ferias de libros aportan, pero seria más sensato si se produjeran convencidas de una misión u obligación con el país, mas no guerra de votos o dólares, haciendo un paréntesis: ¿Ha notado usted que dólares y dolores suenan casi igual? ¿Por qué será? Cerremos paréntesis, el caso es ese, mire, seria más lindo si no supiéramos que en el fondo es una guerra campal entre empresa privada y gobierno, pero al menos tenemos un punto que atacar. 

-Si, me gusta hablar de todo un mucho, hasta de fútbol, soy barcelonista confeso, y el barcelonismo esta hecho para quienes nos gusta sufrir, no para cualquiera. Soy hincha también del Barcelona catalán; el primer directorio honorario del Barcelona guayaquileño estaba conformado en más por los catalanes Onofre Castells y Valentín Sala Piqué, así que hay que seguir la historia. Me gusta conocer muy bien la cultura, procuro no leer lo conocido, sino lo poco conocido; eso también es una desventaja para el resultado de ser un escritor famoso, no me gusta leer a García Márquez, prefiero leer a Bolaño, no me gusta Neruda, prefiero a Papasquiaro, no me gusta Deepak Chopra, prefiero a Nietzsche, no me gusta la historia de los textos universitarios, prefiero a Eduardo Galeano. En fin. 

-Esto de las tecnologías ayudan un poco, me resultó sospechoso que Obama se reuniera con Zuckerberg y gente de Yahoo y Twitter unos días antes de estas revueltas en África. Y si tocamos un poquito de análisis macro político podremos destacar que el intervencionismo yanqui esta a flor de piel. 

-Esta más que claro, en Egipto hicieron mutis los gringos, Mubarak era su aliado, pero en Libia no, donde hay una red de agua dulce y petróleo debajo de su territorio atravesando el desierto, los gringos ya mandaron sus tropas al Mediterráneo, esto es así madeimoselle, guerra de intereses. El mundo es un mercadillo gigante. Que la ONU, la OEA y la OTAN se vayan al quinto infierno. Pero sepa usted que no soy fan de Gadafi, soy izquierdista, pero no soy bruto, sé que Stalin fue el espejo de Hitler, sé que Gadafi debe irse, sé que Cuba debe revolucionar su revolución. Sé que el MPD de izquierda no tiene ni el zapato, y que el presidente Correa debe estar atento a sus mandos medios. 

-El tema de la prensa me agrada tocarlo, estoy saliendo en radio todas las semanas en 98.1FM donde comparto algo de mi austera biblioteca, pero analicemos algo: ¿Crees tú que la libertad de expresión existe? Yo no lo creo, libertad para las instituciones, no para los individuos, seas gobiernista o anticorrea, es igual, y con la mayoría de la prensa pasa lo mismo. Así, sólo debes ser eco de la voz mandante, del jefe, nosotros somos muebles para ellos, no tenemos voz, sólo votos a su favor, para asegurar sus intereses, y recálcame la palabra sus, porque es la que cuenta, aquí no somos más que números gordos de lotería, y  tu existencia esta determinada dependiendo de lo que vendas, eres carne de consumo para el sistema. 

-Claro que podemos volver a temas locales respecto a mi obra. Y contestando tu pregunta, llevo una amargura, saber que he sido publicado en México y Colombia, saber que me leen hasta en Bruselas, y que al mismo tiempo llevo cuatro meses intentando publicarme en Portoviejo, mi ciudad natal, sin respuesta positiva, me llena de tristeza. Una amiga escritora, Siomara España, me decía una vez que así mismo es la cosa, que siga trabajando y que espere a ser un poquito más conocido, que pronto los manabitas se fijaran de mi; no estoy de acuerdo, los mexicanos y los colombianos tampoco me conocen, sin embargo publican mi obra, es una pena. Los manabitas tiene un grave problema paradigmático, son algo zombis, y yo tuve que mudarme a Guayaquil a los diez años, y me sirvió para bien o para mal, salir de ahí, conocer el mundo, viajar, darme cuenta de que el planeta no acababa en el Reales Tamarindos, y que Horacio Hidrovo no era el dios de la cultura manabita, es ahí a donde apunto, se supone que somos una nueva camada de escritores, pues bien, dennos la chance de salir a la luz, ¡hijos de magdalena!.

-Proyectos para este año tengo algunos, participar en la feria del libro de Guayaquil, quizá también en la de Quito, publicar Prozac. Por cierto, desde el domingo seis de marzo se me abrirá un espacio en la revista colombiana “Revista Cronopio” donde publicaré semanalmente poesía; si, volvemos a la pregunta anterior, pero bueno, vine a cambiar el sistema, si no les gusta lo que escribo, sigan inhalando su droga de rutina y prensarrosa. 

Mesalina

Una pastilla de alcanfor debajo de la almohada,
Un rojo tornasol de pregón por su espalda,
Dos billetes de veinte en boletos de ida a su cartera,
Agravios subconscientes, orgasmos fingidos para un poeta.

Un paraguas abierto debajo de la cama,
Una caricia de rímel hasta la comisura de su boca,
Un corazón sin muebles ni ventanas,
El palacio de Rubalcaba sin alfombras,
Un vidrio empañado, seis de la mañana,
Un desayuno de vino de cartón y rayas de coca.

El Monte Calvario de piel con estrías,
Eran sus caderas comidas por el frio y la gripa,
Que en retórica se besa la calle con minifaldas,
El lio de trabajar de madrugada.

Pezón de fresa, nieve en el bolsillo,
Hacerse a un lado del solipsismo,
Bufanda camorra, fantoches de ayer,
Se llamaba Carlota, la puta más triste del cabaré.

Y ni las pastillas debajo de la almohada,
Se hacían deprisa con tinta china de papel y amarga,
Qué día tan triste, nunca veía el sol,
Una foto colgada en la pared junto al corazón.

Una carta mentirosa con factura,
Un delantal de dudas, una canción.
Reina consorte de la calle,
Liguero sin atar, crucigramas en la nuca,
Dos piernas avenidas directas al rio Po.

Vedette de tele famosa por la carne,
Y yo por escriba, no sé quién llevaba la peor parte,
Del corsé del pan de cada día,
De reír mientras se llora por venderse como todos los mortales.

domingo, 24 de julio de 2011

Sine Metu

Como un detector de humo en Diva Nicotina,
Un hilo rojo de sombrero en muslo de monja,
Un corazón putón en una esquina,
Una sábana fría,
Una bruja sin escoba.

Como un dios sin alcahuetes,
Un centroforward sin gol,
Un romano sin corceles,
Un cáncer con emoción.

Como un pañuelo moqueado a reusar,
Un lunes disfrazado de esgrima,
Un cordón umbilical,
Directo a la biblioteca del suicida.

Como un escritorio sin escriba,
Un pasaporte fucsia,
Un poema en la oficina,
Un soltero sin astucia.

Como un roedor sin dientes ni queso,
Con colchoneta en la alcantarilla,
Que se chupa el frío con sonetos,
Y recita los poemas de Sabina.

Como un revolver disparando balas de chicle,
Un porro de dudas y desvaríos,
Un cliché de mentiras y fusiles,
La guerra de los Bancos contra tus hijos.

Como un empernado sin asiento,
Un portafolio sin folios,
Un abogado honesto matando el hambre a sueldo,
Un empujón al confesorio.

Como un espejo tripartito,
Un sicario de la CIA amigo de Fidel,
Un callejón con salida,
Mourinho compadre de Piqué.

Como un presidente sin tapahuecos,
Un epistolario con nadie,
Un bolsillo mal hecho,
Un rosario de charlatanes.

Como Don Juan Carlos cenando con Chávez,
¡Abdicad, dictador por genes!
Borbón vendehumo en el cielo,
Como un soldado sin cuarteles.

Como un sorbete para un Jameson
Sin hielo y con azúcar,
Es este poeta trasnochado y con anzuelo,
Contando con besos las pecas de tu cintura.

Como un Giralt noctámbulo en callejones,
Carnicero en barrio vegetariano,
Guayaquil con nieve en los parqueos,
Cilindros de amor en los armarios.

Como diva de playboy con moral,
Canoa cruzando rascacielos,
Dedos que juegan a penal,
Caminando despacito por tus pechos.

Como fumar tu pezón de Rembrandt,
Un pasocebra mirando el cielo cuando cruzas,
Un torniquete de sueños a lo celta,
Un Vargas Llosa leyendo en la ducha.

lunes, 18 de julio de 2011

¿ Quién inventó el rímel ?

Las mujeres no son cuartos vacíos, 
Son la vida eterna en cuatro horas.
No son versos tachados, 
Son el papel donde se escribe.

domingo, 17 de julio de 2011

El crimen de escribir sin una botella

Viña María, cosecha dos mil nueve
Vino merlot, sin cédula en la billetera,
No sabían cuándo el hastío se nos muere,
A todas las amaba aunque no lo supieran.

Academias de besos por televisión,
Sábanas sin humo en la guantera,
El orden corresponde a un desorden dominado,
El crimen de escribir sin una botella.

Valéry no la veía entre las persianas,
Ni se fijaba en el acento de las voces,
Le escribía con lapicera Mont Blanc,
Sin vises, sin ramas, sin abrazos precoces.

Digamos que esta vez era penal,
Que los ripios se confundían con claveles,
Ceniceros que la amaban de verdad,
Como juguetería sin juguetes.

Toreaba con el perfume las avenidas,
Se mordía la boca antes de besar,
Que los sueños no valen más que una mentira,
Y una mentira no es mentira sin verdad.

Viña María, cosecha dos mil nueve,
Playa con Hemingway en la portada,
Siete guaridas de moteles,
Vacíos como el amor por una coartada.

Muslos valientes contra el frio,
Calles sin nombre, sin saber a quien cruzar,
Nadie me quita lo malherido,
Menos mal que lo hizo muy mal.

lunes, 11 de julio de 2011

La mujer casada que fue mi amante

Ni virgen, ni puta en celo,
Ni verdad, ni te miento,
Ni cómo, cuándo, o por qué.
Ni condones, ni biblia de oficio,
Ni hambre de canibalismo,
Ni rayas de coca o hachís.

Ni rubia, ni morena, ni zurda,
Ni gata, cornisa, maúlla,
Ni persa, ni santa, ni sí.
Nombre hebreo, mano amiga de las braguetas,
La mejor compañera para el sexo y el dossier.

Lectora, no de revistas,
Bunbury, tacos, faldas, más de treinta visitas,
Parda como el atardecer de la epistemología,
Dulce y amarga como el café.

Su departamento era una esquina,
En Aprofe una oficina,
Conmigo era Simone de Beauvoir,
Janis Joplin para Cohen,
Yo, famoso aunque no me conocen,
Creyó en mí cuando nadie creyó.

Ni Sócrates ni apología,
Ni moteles ni tranvía,
Ni matrimonio entre los dos.

Ni Kierkegaard ni Regine Olsen,
Cabaré parisino, table, tarot, marido con cuernos,
Siempre le debí una canción.

domingo, 3 de julio de 2011

Crónica de la cajera del banco

Rubia como las Barbies de Al Pacino,
Quieta como las calles adolescentes,
Estudiada como el álgebra de los hilos,
Mordaz como los asuntos pendientes.

Transparente como el jabón de los pobres,
Sexy como las putas con pedigrí,
Cruel como el papel de los roles,
Ingenua como la agenda de abril.

Las ratas son felices con restaurant de madrugada,
Y yo me quejo por no saber su nombre,
Y los gatos del basural que bailan lambada,
Se cuelan sin dueño como el poeta por las noches.

Tierna como la coca del papa,
Inservible como el baño de las discotecas,
Son las perlas del «hola, ¿cómo te llamas?»
Son el rastro de las huellas digitales en la cremallera.

Suave como el gancho de Tyson,
Despistada como su saco azul,
Tímida como el frio de los aplausos,
Descarada como las lágrimas del blues.

Amanecía con café apurado, taxis, tarjetas,
Piquito de papi en la mejilla
Números impropios, tercos detrás del cristal de lentejuelas,
Arcaicos placeres, tele, calendarios, siete días.

Yo con la prensa de ayer, siempre despistado
Cigarro en mano, humo, nicotina, dolor,
De frente ella, pelo pintado,
Tacos de agujas, minifalda color crema, del otro lado el corazón.

El vacío entre los dos era Rembrandt embotellado,
Tildes diacríticas sin historia
Rímel en la memoria,
Quería olvidar al idiota que la había dejado.

Fría y quieta como las seis de la mañana,
Dócil como el pleonasmo del te quiero mucho
Perogullada, qué va, no hay cómo, me dije
Tautologías de taxis de labial, y yo quería ser su diadoco, su beso nulo.