domingo, 21 de agosto de 2011

Crisis parricida

La noche en resaca abre su oficina,
Son las ocho en la Bolsa de Nueva York,
Europa con hambre se masturba en una limusina,
Marca Range Rover sin matriculación.

Esperan cuatro luces en la esquina,
Y el dealer que droga con religión y tevé,
Metiendo un par de vidas en su alcancía,
También se meten coca los de arriba del jetzet.

Hay putas que cobran por adelantado,
Y otras que prefieren cuotas de cenas, discotecas, y cliché,
Trayectos a moteles que no pesen tanto,
Besos de nadie acomodados en la pared.

Meretrices de pago y postpago,
Camas suicidas, rutina de papel,
Ceniceros con hambre y contrabando,
Traficando cuentas de arancel.

Hay crisis mentirosas,
Trampas del sistema,
Lagunas borrosas,
Pastillas sin recetas.
Hay crisis de la CNN,
Apátridas y parricidas,
Banqueros en coches de bebé,
Te dan un guiño y se matan de risa.

Tacos de aguja tatuando la calle,
Torea la zurda, ideologías de carnavales,
Al fondo, a la derecha, están ciertos camaradas,
Con casimir inglés y cohíba,
Revientan las bombas en Bosnia y en Libia,
Caen los gringos en default por andropausia.

Nada es coincidencia, Darlin,
El mundo se mueve según la demanda.

Un café, dos de azúcar,
Pasemos a otro tema.

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