lunes, 9 de agosto de 2010

Cuando no tienes a quien decirle -te amo-

Cuando no estás enamorado
La vajilla de porcelana se empolva
Bajo el nido hace su casa una mosca
Y en el cajón mueren los condones apolillados.

Cuando no tienes a quien decirle te amo
Los cigarrillos se fuman sòlos
En las veredas de la luna
En los charcos, en la camisa, en tu pantalón roto.
En una falda solitaria maullando sin prisa.

Cuando no hay a quien ni por qué
Ni cómo ni cuándo
Ni temores del día después
Ni victoria's secret en tu armario.

Llegas a casa huérfano de angustia
Sepulturero de mariposas
Que solían llenarte el abrigo
Que mojaban de negro a tu musa.

Quedan vivas las masturbaciones
En barcos invisibles y océanos de nada
Mordiendo el filo de las contradicciones.
Durmiendo en países diferentes, o aquí en camas separadas.

Cuando no estás enamorado
No hay diario que hable de ti
Ni café que te despierte
Ni Neruda enterrado en Guayaquil
Ni hímen soñando que tú lo liberes.

Cuando se acaba el amor de dos idiotas
Que juegan a pájaros carceleros
Se fermenta el semen de los dioses
Se muere un clítoris sin dueño.

Cuando no hay a quien escribirle poesía
Ni ponerle acetatos de Jacques Brel
Ni fumar hasta el fondo el polvo de nicotina
Ni morderse el cuello, como ayer.

Porque su garganta era tan profunda
Que cuatro letras daban para muchas rimas
y en las paredes con navaja contabas los días
Para verla y sentir su lengua en el fondo del tranvía.

Porque detrás de cada mujer hay una Alfonsina Storni
Quien no lo sepa, que regrese por donde vino
Porque cuando no tienes a quien decirle te amo
Se retira de Rusia Napoleón y la fe hace lo mismo contigo.

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