miércoles, 17 de marzo de 2010

Francamente

Vivir en Via a la Costa es como vivir en Glasgow, esas subiditas que vas notando en la carretera, neblina de atardecer, apenas las 5y30, puedes ver un Goya o un Picasso en el cielo con el sol muriendo en el monte.
Mi bunker (casa) que da a la pared, detras hay un bosque, en frente una casa abandonada, puedes oir los caballos correr la lo lejos en la finca del turco dueño de Mi Comisariato (asi dicen los rumores).
Anoche en el placard de la cocina encontré un juego de tasas para el cafe tinto campesino; estando ya en el living y con el cafe en la mano me senté a fumar.
Pensando, que lo peor que puedo hacer es hacer lo que hago: mi trabajo.
que debo irme de aqui para apuntalar la obra.
que Fabiana Cantilo esta hecha un bombon.
que debo dejar de fumar, acabo de prender otro.
Francamente, este es el lugar donde escribia de madrugada, afinaba la Nashville y le dije a dios que era un hijo de puta cuando las cosas iban mal, 3 minutos despues nos dabamos la mano, y al final del cuento solo somos oposicion.. a lo Woody Allen.

"Lavamanos"
quiero hacer de tu falda mi dieta contra la tristeza
con el cancebi tardio de amores prontos
la solapa del dril doblando la esquina con nobleza
siempre tu pelo, siempre mis ganas,
besandote de a poco.

el maullar tuyo con uñas afiladas
para dibujarte, mi caperucita, entre tantas y tantas
redoble de francesa en el circo de Antepara
viviendo despacio en pleno desvario
la tarde de mañana.

y ese fumar tan de ella
con ese Prozac tan devaluado
la llave con cuatro picos de mi lavamanos criollo
riendose de mi por ser un cobarde acostumbrado.

es este bunker el que te abre las ventanas
dandote el mejor de los aplausos
como solo suele hacerlo un reo que te añora
libertad, madre de los desalienados.

Miguel Alavalcivar

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