sábado, 29 de mayo de 2010

Entrevista para Alejandra Pesantez

Entrevista para Alejandra Pesantez, Profesora de Literatura de la Universidad San Francisco de Quito

-Alejandra Pesantez.- Empezaré con lo que pienso es una pregunta crucial: ¿Por qué y para qué escribes?

Miguel Alavalcivar.- Escribo porque me gusta el arte intacto, el que puedes reeditar a tu antojo dependiendo de tu situación emocional, soy un carabinero apuntando la sien del olvido, y es una especie de catarsis personal para exorcizarme tantos diablos que llevo dentro, aunque debo ser sincero y manifestar una apatía contra el establishment y la sociedad en general, sus vicios y lujos, decadencia diaria y otros asuntos que no están resueltos aun, entonces uso el oficio de la pluma para decirles en la cara lo que nadie cuenta, y de pronto quizás afirmar como Montalvo: “…mi pluma lo mató.” Y para qué escribo? No le sé, visítame en mi tumba cuando muera y de pronto te daré una respuesta satisfactoria.

-A.P.- ¿Cómo descubriste tu vocación?

M.A.- el yo actual se pare a si mismo desde hace unos dos o tres años, desde que empecé a cuajar las ideas de Galeano, Sartre, y compañía. Pero si regresamos a mi Portoviejo natal podremos ver que a los ocho años ya escribía cartitas de amor y esas cursilerías; verás, no soy partidario de esa teoría del escritor que se descubre a si mismo desde que es un infante, me parece demasiado cursi y poco realista, por eso me quedo con la teoría de los dos o tres años anteriores, yo mientras viajo en colectivo voy pensando, y como vivo a cuarenta minutos de la ciudad siempre voy con un libro en la mano, entonces mientras leía analizaba al resto, que obviamente no lee nada, solo la Extra o cosas así, entonces el cascabel guindado en el pescuezo hizo tilín, y aquí estoy. Descubrí mi vocación viendo a los demás.

- A.P.- La lectura forma parte de tu vida de una manera muy íntima, ¿Cuales son los escritores u obras que siempre te acompañan? ¿A qué tipo de libros vuelves siempre para releer?

M.A.- Me gusta tu pregunta, tengo una biblioteca muy amplia, muy rica en ideas y dialectos, siempre releo a José Ingenieros y su “hombre mediocre”, a Sabina y su “En carne viva”, tengo un libro de apuntes desconocidos de Julio Cortázar, lo releo siempre; hay libros que conseguí hace años y que en su momento no me sentía a la altura de quien escribía, y ahora los estoy leyendo nuevamente y entiendo un poquito más, es el caso de “Las catilinarias” de Montalvo o “La peste” de Camus, pero ya que tocas el termino releer, te respondo que tres o cuatro noches por semana abro los apuntes de Cortázar y Sabina.

- A.P.- Cuando empezaste a escribir ¿Tenías en mente modelos literarios de escritores a los que querías imitar?

M.A.- Si, Sin duda, la sinceridad con que aborda Galeano el tema social desde el izquierdismo, o la complejidad de Onetti, la mano cuentista de Cortázar, la musa muerta de Poe, Sábato y su tinta negra, son testimonios afines a mi perspectiva de vida, todos ellos son un faro pero no pretendo seguirlos, no creo en el fanatismo, entonces procuro inventar algo. Soy partidario del movimiento infrarrealista de Bolaño y Mario Santiago Papasquiaro, y del Boom Latinoamericano.

- A.P.- ¿Tienes alguna manía a la hora de escribir? ¿Alguna rutina establecida o te basas en la inspiración del momento?

M.A.- Manías quizás muchas, me gusta escribir cuando estoy solito en casa, con cigarrillos y café, aunque por salud ahora bebo más té por las noches porque sufro de insomnio, yo soy un escritor que escribe mientras la musa duerme y el pasado también, y me gusta hacerlo de madrugada, así también me doy cuenta de cuántas ratas se pasean por mi cocina y me roban el pan.
Rutina no, odio las rutinas, las canciones urgentes, los poemas obligados, o los libros por contratos, no sé cómo le hace Isabel Allende para empezar a escribir sus novelas tan religiosamente un día exacto cada año, y ya que hablamos de Isabelita, Bolaño dijo alguna vez que en su opinión ella era escribidora, mas no escritora, y creo que tiene razón, un escritor con rutina es una bastardo de capa pisada, por eso soy amante de todo lo independiente: cine independiente, escritores independientes, mentes independientes, no creo en las editoriales, pero son un mal necesario.
Cuando escribo solo exijo tres cosas: soledad, cigarrillos, y que la mujer que me gusta me haya mandado a la mierda, eso me da un día más de vida para escribir.

- A.P.- ¿Qué piensas de los concursos literarios en el ámbito de la lengua hispana? ¿Son un recurso válido para escritores desconocidos?

M.A.-…No sabría que decirte, en la actualidad los concursos son como shows en vivo de ponle la colita al burro, no creo mucho en ellos, sí en el reconocimiento sincero y espontáneo de la gente, del pueblo. Me he creado una desconfianza tremenda en casos como el premio Nobel, lo digo en Prozac, el libro que estoy escribiendo ahora, la gente del Nobel no da pie con bola, no se fijaron nunca en Onetti, Borges o Cortázar, y no se fijaran en tipos como yo, que están como Porozo cuando metió un gol de chilena en el minuto cuarenta y siete del segundo tiempo en la final del dos mil dos y nos dejó a los Barcelonistas sin campeonato faltando diez minutos en Casa Blanca: estaba en offside.

- A.P.- ¿Cómo es tu proceso de corrección?

M.A.- Ninguno, no me gusta corregir las cosas, de pronto editar una que otra página, ese fue el caso de mi debut en la novela con El mundo contado al revés, en donde el libro físicamente es casi que artesanal, muy humilde y sencillito, con faltas de ortografía, para demostrar cuan fetichista es el lector, que se fija en los sinónimos, en la portada, o en la ortografía, los libros deben tener errores, porque son seres vivos.

- A.P.- ¿Alguna vez te has sentido bloqueado? Si la respuesta es sí ¿Cómo lo has superado?

M.A.- Sí, y muchas veces, he pasado meses sin puta idea para escribir, me bloqueo fácilmente, por la rutina del trabajo o cosas así, los problemas sentimentales y las crisis existenciales muy normales en mi me dan la chance de volver a meterme en la cancha, a veces me siento suplente, y otras veces me siento como Milito en el Inter.

- A.P.- ¿Cual es la frase o párrafo que más te ha dolido suprimir en alguno de tus escritos?

M.A.- Frase quizás no, palabras si, y muchas, la que más me a costado mantener en mis libros es “te amo”, ese es el problema cuando la gente usa tanto un termino, llega un momento en que nada se cree, o como cuando se siguen usando los chocolates y las flores, la ultima vez que mandé flores fue hace como seis años, descubrí mejores y mas interesantes formas para decirle a una mujer que me gusta o que la amo.

- A.P.- ¿Qué tipo de público tienes en mente mientras escribes? ¿Crees que hay una diferencia entre la literatura "para mujeres" y la literatura "para hombres"?

M.A.- El tipo de publico… que sea cualquiera, nunca me detengo a pensar a quien llegar, el escritor no vende nada, no hace un análisis de mercado para apuntarle a un target especifico, pero, me gusta la idea de que las mujeres me lean… (Risas)

- A.P.- ¿Aceptas la crítica? ¿Cómo te afecta en tu siguiente trabajo?

M.A.- Solo las acepto de quien viene, soy muy celoso con mi oficio y no me gusta que gente que no me conoce opine sobre mi obra, una vez alguien de por ahí me dijo que mi blog tan solo era leído por mi circulo de amigos, pero como sabrás, mi blog es leído en Argentina, Chile, Francia, Italia, y la semana pasada me enteré de que hasta en Jordania me leen, no se como le hacen pero me leen… (Risas) un poquito de vanidad nos viene bien.

- A.P.- ¿Crees que escribir sirve de valor catártico? ¿Te enseña algo sobre tu propia personalidad?

M.A.- Grandiosa pregunta, y la respuesta es sí, me enseña mucho, la catarsis de la literatura o de la música va más allá que otras, me descubro todos los días, siempre. Te sientes como si deberías por obligación aceptarte a ti mismo, entonces descubres que el disfraz que llevas dentro no es del todo negativo.

- A.P.- ¿Qué se puede conocer de ti a través de sus historias? ¿Eres tú mismo o te escondes tras el velo de tus personajes y tus tramas?

M.A.- De mi puedes conocer todo si me das tres horas con un cafecito tinto y tabaco, o un whiskysito de pronto, en mis libros solo puedes entender ciertas cosas de mi personalidad, pero no todo, quizás solamente un setenta por ciento, que es mucho, pero no lo es todo, me gusta jugar con la imaginación, que vuela pero a veces se equivoca.

- A.P.- ¿Cual es tu ambición como escritor? ¿Dónde quieres llegar?

M.A.- Como escritor me gustaría ser leído por el pueblo, el que no tiene acceso a la lectura, mi ambición mayor es cambiar el paradigma de los que no leen, me gusta soñar con un antes y un después de Alavalcivar, Ecuador es un país para extranjeros y la patria la hacemos los que no estamos donde nacemos, en cierta forma es mi caso, yo también tuve emigrar, pero bueno, así se dieron las cosas, y disfrutas vivir en una ciudad donde nadie te conoce. Quiero dedicarle mi paupérrima vida al arte en general, a la aniquilación de los alienados, de las ideologías sin ideas, y de las mentes flojas, y espero no tener que morir para que suceda, hay que disfrutar un poquito.

- A.P.- ¿Qué te sugiere la frase «El escritor nace, no se hace»? ¿Crees que se puede aprender -y enseñar- a escribir?

M.A.- Pienso que no, no puedes enseñarle a escribir a alguien, eso ya viene como código de barras, es un clic que hace tu cerebro, un nirvana especial, el escritor nace, aprende a mover la mano con el a-e-i-o-u y de ahí en adelante el resto se despega en la adolescencia y los vicios.

- A.P.- ¿Cuál es tu escritor favorito? ¿Por qué? ¿Qué libro estás leyendo en la actualidad?

M.A.- En la cuestión poética me gusta mucho Sabina, el descalabro y desarme de la palabra amor, el desvarió existencial y la rutina de lo inrrutinable, Cortázar es el capo del cartel.

- A.P.- Hace tiempo que publicas en un blog tus relatos y otros textos que se te ocurren. ¿Crees que los blogs son una buena herramienta para escritores de novelas?

M.A.- Debe serlo, que la tecnología sirva para algo, y no solo para hacer misiles. La idea del blog salió de la nada, no sabia que se podía hacer eso y una mujer que conocí en un bar una noche de copas locas me dio la idea, me propuso hacerlo, y veo que me va muy bien, a la semana siguiente supe que regresó a su querido Buenos Aires y desde entonces no sé nada de ella, anoté su numero en mi mano pero el sudor de su cuerpo me jadió la tinta, cosas que pasan.

- A.P.- ¿Crees, como Voltaire, que para escribir algo interesante hay que vivir de forma interesante?

M.A.- Para escribir cosas interesantes debes tener vicios, haber muerto dos veces y no leer a Coelho ni a Deepak Chopra ni escuchar tanto Arjona; yo soy más de la línea de les poetes maudits, de Baudelaire, Cohen, Wilde, y toda su banda de criminales, el crimen desorganizado entra y sale de mi casa y es cuando estas en la hamaca de tu patio fumando tabaco u otra cosa y escuchas el disco de tangos y milongas de Andrés Calamaro, el escritor real es el que vive de verdad, no el que desayuna jugo de naranja y despierta a las siete de la mañana y viste de terno, recomiendo leer cualquier cosa y escuchar cualquier cosa, pero jamás lean a Coelho, que se la pasa jugando a Dalai Lama con sus recetas para vivir feliz como si el mundo fuera una corrida en cámara lenta por un campo de margaritas, o a Chopra, que fue psicólogo de Michael Jackson, queda claro que los millones no los justificó, Michael vivió en la mierda. Hasta hace un año escuchaba Arjona, pero sinceramente el tipo es un copión con pectorales deseados por las damas, Arjona lee mucho y sus canciones son sacadas de las cosas que lee, eso la gente no lo sabe, piensa que todo nace de su facilidad de palabra o sus vivencias, el Arjona devaluado de ahora no se compara con la promesa de los noventa, donde los seguidores de la trova veían en él al sucesor de Sabina, está más que claro que no le dio la talla.
Por qué digo todo esto? Porque la gente ahora cree que conoce de literatura o de arte, cree que por leer a Cuauhtémoc Sánchez ya puede considerarse escritor, te diré algo del mexicano: es lo más aburrido que pude leer, es una empanada con coca cola por la mañana. Para escribir algo interesante hay que haber regresado del infierno.

sábado, 1 de mayo de 2010

Volver, volver, volver.

*Libertad de expresión, diga usted su majestad.- Xavier Lasso, periodista de Ecuador TV: "El periodista de Ecuador TV contó cómo había salido de la página editorial de El Comercio, después de que Guadalupe Mantilla -la dueña- pidiera expresamente no publicar una columna suya sobre el conflicto israelí-palestino. También cómo lo “censuraron”, en Vistazo por un artículo muy crítico con Héctor Romero Parducci, “porque era muy amigo de la dirección”. Comentó que les dijo a sus jefes: “Denme la lista de los amigos de la dirección, para escoger los temas”. Narró, además, la historia de cuando en Teleamazonas le “recomendaron” darle duro al Filanbanco, y dejar “tranquilito” al Banco del Pichincha... en fin...
Cerró con una frase tajante: “El 95% de veces que he salido de un medio de información, ha sido porque me han negado mi libertad de expresión”.


*No estaba muerto, estaba de parranda; estamos afinando lo que queda para la presentación del mundito contado al revés, otro día en el gran circo.
*6oPaginas, y aun falta +.- Es el nùmero de hojas hechas de PROZAC, a publicarse el próximo año.
*Muy en paz.- Me siento ahora, un tanto fuera y dentro de mis vicios, cuando uno se pone la solapa y el dril de "les Poètes maudits" comienza a ponerse terco con los doctores.

 
"Soy un carabinero apuntando la cabeza del olvido."
MIGUEL ALAVALCIVAR, otro dia sin jarabe para la tos.